DEL MITO DEL DESARROLLO A LA UTOPÍA DEL BIENESTAR COMUNITARIO
Cuando uno revisa la literatura económica elemental y sobre todo de autores latinoamericanos, puede constatar, y no desde la literatura, la crisis en la que se encuentra el capitalismo; valga decir la crisis en la que se encuentran los sectores hegemónicos del mundo. Muchos de sus conceptos y paradigmas (impuestos después de la Segunda Guerra Mundial) también han entrado en crisis.
Uno de los conceptos y paradigmas más manoseados es el del desarrollo. Se nos vendió esa idea justamente a quienes no teníamos el manejo de nuestros propios recursos, a quienes no teníamos acceso a la tecnología para controlar y medir nuestra riqueza, es más, se aprovecharon de nuestra pobreza y de nuestra enorme desigualdad para convencernos de que más allá de la luz está la vida eterna y mientras nuestro sufrido pueblo se ocupó en buscar esa luz, los imperialistas afinaron el mecanismo para llevarse “todo el oro” a sus tierras y nos dejaron una vez más solo los espejos. Se llevaron nuestro sagrado cacao para vendernos su exquisito chocolate…y fuimos, sin darnos cuenta, otra vez conquistados. Nos impusieron su modelo de desarrollo.
Uno de los problemas del pueblo latinoamericano es exactamente ese, no superamos la conquista y por muchos años hemos mantenido una actitud limitada y temerosa frente a los procesos de cohesión social, de pensamiento y de liderazgo (salvo ciertas honrosas excepciones).
Pero, como en todo, una vez muerta la gallina habrá que hacer caldo. Entonces, ante la evidente crisis del famoso “desarrollo” impuesto desde quienes creen que debemos parecernos a ellos, desde las entrañas de nuestra América mestiza y multicolor también ha surgido una corriente renovadora que se está gestando bajo otros principios para abarcar quizá el quehacer de nuestros sistemas de vida pero enriquecida yShow more
Cuando uno revisa la literatura económica elemental y sobre todo de autores latinoamericanos, puede constatar, y no desde la literatura, la crisis en la que se encuentra el capitalismo; valga decir la crisis en la que se encuentran los sectores hegemónicos del mundo. Muchos de sus conceptos y paradigmas (impuestos después de la Segunda Guerra Mundial) también han entrado en crisis.
Uno de los conceptos y paradigmas más manoseados es el del desarrollo. Se nos vendió esa idea justamente a quienes no teníamos el manejo de nuestros propios recursos, a quienes no teníamos acceso a la tecnología para controlar y medir nuestra riqueza, es más, se aprovecharon de nuestra pobreza y de nuestra enorme desigualdad para convencernos de que más allá de la luz está la vida eterna y mientras nuestro sufrido pueblo se ocupó en buscar esa luz, los imperialistas afinaron el mecanismo para llevarse “todo el oro” a sus tierras y nos dejaron una vez más solo los espejos. Se llevaron nuestro sagrado cacao para vendernos su exquisito chocolate…y fuimos, sin darnos cuenta, otra vez conquistados. Nos impusieron su modelo de desarrollo.
Uno de los problemas del pueblo latinoamericano es exactamente ese, no superamos la conquista y por muchos años hemos mantenido una actitud limitada y temerosa frente a los procesos de cohesión social, de pensamiento y de liderazgo (salvo ciertas honrosas excepciones).
Pero, como en todo, una vez muerta la gallina habrá que hacer caldo. Entonces, ante la evidente crisis del famoso “desarrollo” impuesto desde quienes creen que debemos parecernos a ellos, desde las entrañas de nuestra América mestiza y multicolor también ha surgido una corriente renovadora que se está gestando bajo otros principios para abarcar quizá el quehacer de nuestros sistemas de vida pero enriquecida yShow more
Puerto Rico es un ejemplo de lo que los ecuatorianos debemos hacer. con bailes tribales y lelúricos, con organización mínima, con globos de pintura, pero sobre todo sin esos dizque líderes de la Revolución Ciudadana, vamos a vencer al TRAIDOR.